miércoles, 22 de abril de 2009

ALGUNAS PRESENTACIONES DE LIBROS

SUEÑOS DE AGUILA 8 pasos para crecer en la vida y hacia el éxito.
GRACIELA LICCIARDI
Buenos Aires: Nueva generación, 2008.

Sueños de águila representa un título emblemático que nos lleva a un espacio elevado, en tanto que los sueños pertenecen al territorio de las alturas, no son pesadillas que van hacia lo subterráneo, sino sueños que se desean alcanzar, y que desde el estado de vigilia se podrán tornar proféticos para concretarlos en el mundo cotidiano.
El criterio de realidad que impera en todo el libro se fusiona con la visión del soñar que elegirá el camino de las águilas, ave de Zeus, cuyo papel de reina del cielo se liga a los ángeles y además, está presente en los ritos de las distintas culturas primordiales de América y otros continentes.
Graciela Licciardi entreteje con maestría de poeta , narradora y su compromiso espiritual,la enunciación de los pasos que guían el camino del guerrero con el encanto de los relatos de leyendas indígenas y relatos que nos abren el panorama para comprender nuestra vida interior.
Es en la conjunción del neg-ocio,(negotium) es decir, lo que se opone al ocio, y el reconocimiento de los valores que integran los lazos de la tarea grupal y comunitaria, donde se eslabonan y perfilan los rasgos necesarios, para ir construyendo esa identidad basada en el amor genuino, fruto de la fe y la esperanza.
El rol del líder se constituye en orientar la disciplina, la organización de las distintas etapas de trabajo, con una planificación estratégica que prioriza las competencias individuales dentro del contexto social y familiar.
La fluidez en la comunicación, entendida como proceso en que emisores y receptores se unen, a través de canales abiertos que permiten la retroalimentación, para dar cabida a la multiplicidad de mensajes, que necesitan ser explícitos para evitar la ambigüedad y las malas interpretaciones, destacando que la palabra encierra una multiplicidad de significados, apoyados por el gesto, la entonación y los registros de la voz, siendo ésta como el rostro, un espejo de nuestras almas.
El líder contagia su entusiasmo, en cuya etimología, se vislumbra el “arrobamiento, el éxtasis, la inspiración divina( derivado de theos, dios)”, promueve la resolución de problemas según los conflictos que se vayan generando; favorece la selección de prioridades; encauza la evaluación de las acciones realizadas; incita a aprender, a enseñar, a enseñar a enseñar; estimula la flexibilidad del pensamiento lateral y divergente; fortalece los vínculos en momentos de decaimiento de la vitalidad, alentando la necesidad de seguir adelante, incentivando la paz interior en un camino de liberación para romper ataduras que empobrecen y estancan el crecimiento del camino hacia el éxito, que requiere que surja desde el corazón, en donde la culpa no debería tener cabida.
El líder ayuda a comprender que “cada uno es líder de su propia vida” a través del símbolo del agua cuya siglas nos dictan, H2O, Humildad, Honestidad y Osadía para el dar y el recibir, sin tener miedo a la libertad.
Los testimonios que se transcriben de distintas personas comprometidas con el proyecto enriquecen el libro, con el sustento de una praxis posible que transforma en realidad los Sueños de águila que nos narra Ezequiel y que hace que este libro sea una lectura imprescindible para todos nosotros.

Cristina Pizarro
Buenos Aires, 21 de septiembre de 2008.



Presentación de Belleza Nómade .Una poética de la incompletud , de Luis Raúl Calvo.
Ediciones Generación Abierta, Buenos Aires, 60 páginas.

Belleza nómade. Una poética de la incompletud tiene una estructura bipartita: “ Perseveración de los días” con 124 aforismos y “Territorio de los cuerpos “con 50.
Una imagen de tapa de la artista plástica Adriana Gaspar, en donde se destaca la ropa del torso como figura metonímica y dos trabajos de Max Ernst ilustran cada una de las partes: líneas curvas, las siluetas humanas, la presencia del hombre en pugna con el mal y el rostro femenino como salvación.
Predomina en todo el libro una sintaxis conceptual, propia del aforismo, es decir, una composición de larga data, que define una declaración o sentencia concisa , que pretende expresar una manera breve, pensativa, basada en la experiencia y que incita a la reflexión intelectual y también moral.
En los aforismos de Luis Raúl Calvo asistimos no sólo a afirmaciones desde la primera persona y apelaciones al interlocutor sino también a un constante espacio de interrogación y de apertura en el marco de la temporalidad e incertidumbre.
“Cuando creemos tenerlo todo, algo nos recuerda que también existe el vacío.”
“No escuches lo que dicen en tu oído: escucha su eco.”
“Cerré la mano, y al abrirla descubrí nuevos estigmas.”
Ante el escenario de la desolación , el ser humano vive en crisis permanente y se plantean cambios para una trasformación renovadora. Es entonces cuando el poeta señala la ambigüedad de las percepciones, para rastrear las huellas en donde descubrirá el sentido de la vida y la trascendencia. En el laberinto del tiempo y del espacio, también encuentra la importancia de lo insignificante por la falsedad de las apariencias en una búsqueda de la libertad, para desanudar y poder volar.
“Uno olvida el camino pero no sus huellas.”
“Una lagaña caída se lleva mil sueños postergados.”
“Anudo el cordón de mis zapatos y pierdo vuelo.”
Hay una esperanza en el devenir en virtud del pasado inalterable. Se insiste en la necesidad de explorar, indagar para conocernos, proclamando el auténtico vínculo con el otro, que está en nosotros mismos. Alude a la angustia de la no vida, de lo tanático y se orienta hacia la elección responsable, ya que seremos augures de nosotros mismos en nuestro hacer. Luis se inserta en una sociedad constituida por diversas capas de complejidad, que nos indica que la salida del laberinto se esconde en múltiples escondrijos.
“Lo que hoy hemos perdido podremos recuperarlo mañana ,pero igual será una pérdida.”
“Quien crea, algo de él está matando.”
“La niebla esconde otra niebla. Como la vida.”
Convoca a la poesía como matriz original del universo y que tiene la turbulencia y movimiento incesante similar al mar.
“La poesía no es posesión de nada ni de nadie.”
Aparece lo perplejo de la identidad ante el espejo, la máscara de la hipocresía al no darse cuenta del polvo, que nos trae el tiempo.
“Una casa con plumeros descree de su propia historia”.
Se vislumbra el reconocimiento del dolor como camino hacia el conocimiento y la verdadera transformación y no un mero cambio apariencial, ya que las percepciones son parciales y surge la imposibilidad de asirlo todo.
“Sólo recuerdo fragmentos de lo vivido, y me parece recordarlo todo.”
“La belleza no cambia. Somos nosotros los que modificamos la visón sobre ella.”
La fragilidad de la condición humana podría encauzarse a través del juego y la transformación de la realidad. Somos una historia y de ello da cuenta nuestra identidad narrativa, para saber quién soy a pesar de las circunstancias adversas y las muertes cotidianas.
“No vuelvo sobre mis pasos y me quedo sin historia.”
“Un tiempo de rutina, para recordarnos que hay pequeñas muertes en una sola vida”.
El poeta ve lo siniestro como origen de a creación, encontrándose en el revés de la trama en el eterno retorno de un tiempo cíclico y donde la escritura nos devuelve un tiempo perdido.
“De esa complicidad con lo siniestro suele surgir el poema.”
“En el revés de las cosas están las cosas, pero rara vez llegamos ahí.”
El amor será la base de la construcción identitaria y completud, enraizado en el incesante deseo de lo insólito e inesperado.
A veces también aparece la incertidumbre del amor por las sombras del yo, que opacan la posibilidad del encuentro y la unión.
Belleza nómade se inscribe en los tiempos de la modernidad en donde la identidad aparece fragmentada, es ilusoria, en el reino de lo efímero, la catástrofe del alma, el descreimiento, la inestabilidad de los valores. Estamos ante la presencia de un ser que deambula en la búsqueda desesperanzada del amor, la entrega en un dar y recibir con reciprocidad altruista, verdadera consistencia de la felicidad. El vacío que aniquila se yergue en los excelso de la comunión con el Tú.
El libro de Calvo pone de manifiesto un consciente conocimiento del valor de la palabra justa, conceptos filosóficos provenientes tanto de la corriente cartesiana cuanto de la escuela existencialista. Se fusionan el problema del conocimiento y la ontología.
Una obra que hacía falta en nuestra sociedad para el despertar y la iluminación de todos los que apostamos a la vida.

Cristina Pizarro
25-3-08


RESCATE DEL SILENCIO
LUISA BERUTTI
GEORGES ZANUN EDITORES


El título Rescate del silencio y la dedicatoria a Renato se conjugan en un mismo sentido que se dirige al deseo de volver a tomar, a asir. Por una parte, está el rescate, la captura, y por el otro, el volver a tener. El silencio contenido en los versos, en el ritmo que necesitamos para la escucha de la Poesía, aparece como metáfora viva de la Naturaleza, tan importante en la escritura poética de Luisa Berutti, y que se orienta hacia el camino de la intensa búsqueda.
Desde el primer poema, “El ramo de flores”, hay una apertura tendiente al mundo de lo erótico. La rica sensorialidad plasmada en esa actitud de enaltecer, en forma constante, los elementos primordiales. El agua fluye en el lago como un espejo de quietud. La fuerza cromática del rojo está junto a la blancura del jazmín y también su fragancia.
El agua se asocia al transcurrir de la vida, incluyendo los orígenes ancestrales tan contundentes en la cosmovisión de la autora.
La voz lírica en primera persona va manifestando los estados de ánimo de exaltación. Ese yo íntimo se convierte en éxtasis supremo ante “el silencio del río y la clausura del hielo(“Desolación”).
Una estampa impresionista en “El camino en el campo”. El binomio lluvia-agua aparece en antinomia con campos yermos-pajonales, unidos por la presencia del vuelo de las garzas y el cisne.
Los rasgos de una identidad ligada al agua y al viento modelan y modulan un cuerpo que arde ante la tempestad (“Desafío”)
El cuerpo se expone y se entrega a la naturaleza (“Mi cuerpo en la playa”)
La comparación del cuerpo como barca se reitera en varios poemas, por ejemplo:
“…que vuela la barca de mi cuerpo
al encuentro del enigma” en “Más allá de mis sentidos”
La barca es símbolo de viaje, travesía. Es la vida que a veces transcurre en el peligro. La barca puede naufragar. El cuerpo puede naufragar, hundirse en las aguas, impregnarse de la luz y volver a resurgir.
El Eros se condensa en “Despertar” como un emblema del amor. El deseo de posesión se evidencia en “encarceló su aroma” afín al título “rescate” como significante de “captura” y “posesión”.
En “Nacimiento” la poeta dice:
“…he crecido atada
a la ondulación
del agua
Una luz ilumina mi descenso.”
En estos versos podríamos hallar el germen oculto de la poética de Luisa Berutti, constituida por bellas imágenes y símbolos, que aluden a ese instante sublime del nacimiento.
Este poemario despliega un sinfín de significados para el lector que ama la poesía. Así, por ejemplo, podemos citar:
“Destino” que se inserta en la fusión entre el devenir y la escritura.
“Rueda vital” marca las mutaciones del ser.“Prometeo” es un canto a la vida.
“Pétalos” retoma el hálito sutil de erotismo que puebla este poemario.
“Interior”, amalgama la esencia del ser que está hecho de tiempo y de silencio.

Cristina Pizarro
Buenos Aires, 29 de julio de 2008.


“La Esperanza más allá del Apocalipsis”. Cristina Pizarro

Contra las cuerdas de Sebastián Jorgi es un libro que conlleva historia.
Es la trayectoria profesional de Sebastián plasmada en los elementos paratextuales en donde se hace alusión, a través de las dedicatorias y citas in memoriam, a destacadas personalidades que influyeron en la formación del escritor que se ha desempeñado en diversas ramas del quehacer cultural. Su contacto y amistad con periodistas del ámbito deportivo, teatral, cinematográfico, literario, asimismo como de narradores y poetas de prestigio están presentes en su obra con manifiesta devoción. Sé fehacientemente del afecto que sintieron por Sebastián, Juan –Jacobo Bajarlía y Enrique Anderson Imbert, por dar, sólo dos nombres de grandes artistas que lo expresaron ante mi presencia.
Contra las cuerdas es el primer título del sello “Playa Sola”, concebido en una charla de café, de ésas como le gustan a Sebastián, en que apareció este nombre que nos trae reminiscencias del primer poemario de Alberto Girri. “Playa sola” se propone abrir un espacio para publicar a escritores de diversas corrientes, en los distintos géneros, poniendo énfasis en una pluralidad temática y de estilos, para dar testimonio de las voces del mundo contemporáneo que van resonando en lo histórico, social, filosófico y antropológico.
Contra las cuerdas refleja la madurez en el oficio de escribir y en la lucha por el significado de la vida. Está estructurado en dos partes: la primera comienza con la cita de Narciso y Goldmundo de Herman Hesse que nos sitúa en un clima de peligrosidad que deberá atravesar el yo lírico. Constituido por 23 poemas breves en donde predomina el tono coloquial, la narratividad, las indagaciones de la existencia. Desde el inicio se propicia el encuentro con lo femenino. Se anuncia el deseo de libertad y señalamiento de los principios aludiendo a “poliédricas hipocresías” entre la alusión del cine de los 50. El poeta se dirige a su interlocutor imaginario en la atmósfera del tiempo pasado. Se conduele de la indiferencia. Asume el punto de vista de la compasión y el amor cristiano. Escenas costumbristas incluyen la narratividad de estos poemas insertos en los avatares de la sociedad postmoderna. La multiplicidad de voces trae ecos y resonancias del ayer en busca de la esperanza. Hay una fusión entre el vivir y el leer. Saber leer también puede ser saber vivir hasta el final.
En el pasaje de una y otra parte, vemos un dibujo de Margaret de la serie con Jesús que realza el carácter patético que subyace en la obra.
En la segunda parte, con una cita de Chejov se anuncia un fuerte giro social señalando el poder de los pobres para enfrentar a la muerte y la salvación del hombre enraizado en la Fe. La observación reflexiva, la mirada piadosa y compasiva van enlazando las dieciocho crónicas poemáticas. El amor del barrio como Paraíso Perdido. 6-7-07.



Musgo en el sol de Susana Cattaneo. Buenos Aires: Vinciguerra, 2007, 64 páginas.

Este bello libro de la escritora argentina Susana Cattaneo, de una sólida trayectoria en la producción poética, tiene un diseño de tapa de la obra Ophelia, la joven dama danesa, amada del príncipe Hamlet, que acompaña su contenido estético, del pintor londinense Arthur Hughes perteneciente a la escuela Pre-Rafaelista.
Musgo en el sol es un sugerente título que amalgama una de las antinomias que van construyendo el texto que incorpora citas de Jorge Tellier, Raúl González Tuño,T.S. Eliot,Paul Eluard, Paul Valéry,Vicente Huidobro,Alejandra Pizarnik,Edna Pozzi, Héctor Temperley, lo que nos sitúa en una concepción estética ligada a la metafísica, y a sus forma surreales y expresionistas.
Por ejemplo, se vislumbra cierta ambigüedad a través de los contrastes, en Plaza Chile(p.54)
Sabemos que los musgos se encuentran en áreas de luz escasa, en grietas entre las piedras, requieren humedad para sobrevivir debido a su pequeño tamaño. Carecen de flores. En algunos países se considera el musgo una mala hierba en el césped, aunque en el Japón se lo deja crecer deliberadamente en los jardines y alrededor de antiguos templos.
En el poema de la muerte I(p.28) la frase “el sol se cubre de musgos” es el emblema de lo que está detrás y aún no se puede ver, que es la vida.
El vocativo, la segunda persona representa el alter ego, ese otro que está en uno mismo (p.43).La otredad tiene gran relevancia en el libro.
La poeticidad de Musgo en el sol se asocia a la concepción poética del chileno Jorge Teillier, en tanto que se da relevancia al ser y su trascendencia. Hay una creación de espacio mítico poblado de elementos cotidianos y lo fantasmagórico y siniestro del cuerpo muerto.
La figura del abuelo muerto se sitúa en ese espacio plasmado de sensorialidad, mediante la alusión a la muerte, a la lluvia y al chocolate(p.13) Esta figura masculina que no está, deja una señal de lo eterno hedonista(p.27)
Se vislumbra un deseo de búsqueda para salir del laberinto y la desolación de ese cuerpo fragmentado, trizado por los recuerdos nostalgiosos. En Poema de la muerte II (p.39) asistimos a la fragmentación del ser, la personificación del amor muerto, con resabios de culpa.
Se recupera en la memoria y la reminiscencia el paraíso perdido de la Infancia, a través de la mención de los elementos de la naturaleza mediante sutiles enumeraciones, estructuras paralelas, la alusión al Beatus Ille horaciano, en esa evanescente felicidad de un pasado fatigoso.
La repetición es una constante para enmarcar la escena fantasmal que padece la niña muerta.
Hay una repetición de la interrogación retórica con imágenes sorprendentes. El ser es una estatua quieta como la muerte con musgos, besos y hojas. (p.14)
La repetición es lo que regresa. Esa dirección regresiva, que evoca lo antiguo y lo anterior irrumpe desde lo real trayendo algo nuevo. Hay un retorno en el lugar del deseo escenificado en el fantasma. Se inscriben las palabras, los significantes que se repiten en esa búsqueda a veces fallida como memorias del goce, como vías que ordenan la vida del sujeto.
Hay una historia enlutada a través de antinomias que circulan por todo el texto, por ejemplo, mármol/volcanes, risas muertas,(p.16)
La estatua podría estar ligada a restos del muerto, como símbolo de protección ancestral sobre la descendencia a través de sus gestos y actitudes.
Conocer es recordar. Según la teoría de la reminiscencia o Anamnesia (Diálogo Menon), que implica el complemento de la teoría socrática del conocimiento y de la enseñanza a través de la Mayéutica, que se basa en la inducción y el diálogo (dialéctica).Los conocimientos ya existen en el alma de cualquier humano, por tanto, lo único que se debe hacer es recordar. El conocimiento es descubrir una verdad en nuestro interior. En un intertexto nerudiano podemos apreciar el fluir del recordar (p.15)
La mención al desierto alude a la tierra árida, desolada, sin habitantes, que para algunos, es el mundo alejado de Dios, la guarida de los demonios. Pero también hay una búsqueda de la Esencia que evoca la Tierra Prometida a través del viaje de una caravana por el desierto. Los monjes eremitas se retiran al desierto (éremos, ’desierto’,) para afrontar allí su naturaleza y la del mundo con la ayuda de Dios.
El desierto es soledad, sed, cansancio, es la fatiga del dolor. El olvido es como una muerte escondida y detrás aparece el horizonte. (p.22)
Podemos observar una escala ascendente hacia la esperanza unida al credo del amor (p.26)
La Eternidad simboliza lo que está privado de límite. Acto vital de intensidad infinita.
La eternidad representa la infinitud del tiempo independiente de toda contingencia limitativa, es la afirmación de la existencia en la negación del tiempo.
Borges en el prólogo de la obra Historia de la eternidad, declara: “La eternidad es un artificio espléndido que nos libra, siquiera de una manera fugaz, de la intolerable opresión de lo sucesivo.”
La eternidad es la ausencia o la solución de los conflictos, la superación de las contradicciones, en el plano cósmico y en el espiritual. Es la perfecta integración del ser en su principio; es la intensidad absoluta y permanente de la vida, que escapa a todas las vicisitudes de los cambios y, en particular, a las del tiempo.
Para el hombre, el deseo de eternidad refleja su lucha incesante contra el tiempo y más aún quizás, su lucha por una vida intensa que triunfa para siempre sobre la muerte. La eternidad no está tanto en el inmovilismo como en el torbellino; está en la intensidad del acto.
La Mujer-Eternidad es de frutilla y menta, sensaciones olfativas penetrantes (p.23).
El erotismo se construye con finas imágenes sensoriales, a veces con un lenguaje que trasgrede y con la fascinación de la muerte, leit motiv de los poetas románticos. Ej.: Las magnolias, los labios mordidos de cenizas,p.52.Impulsos de vida con los corales en p.53.
También hay señales tanáticas en p.60.
La mirra es una sustancia rojiza resinosa aromática, usada para embalsamar a los muertos.
Sus características pueden convertirla en un símbolo del hombre. El color rojo representaría la sangre, la forma de lágrima, representaría el dolor. Así, pues, sería la sangre y el dolor del hombre que se transforma en bálsamo para el género humano.
Según la mitología, Mirra tuvo impulso de desear un incesto con su padre. Ayudada por su nodriza Hipólita, logró engañar a Tías, rey de Siria, uniéndose a él durante doce noches, pero la duodécima noche el padre se dio cuenta de la estratagema de su hija y, armado con su cuchillo, la persiguió para darle muerte. Ante el peligro, Mirra invocó la protección de los dioses, los cuales la transformaron en árbol: el árbol de la mirra.
Diez meses después, la corteza de este árbol se levantó, rompiéndose y dando salida a un niño, que recibió el nombre de Adonis.
En la versión de Ovidio de la historia (Las Metamorfosis X,435), el padre de Mirra era Cíniras y la muchacha logró acostarse con él, disfrazándose como una nueva concubina. Ésta es, probablemente, la versión que Dante tenía en mente cuando en la Divina Comedia ve a su sombra sufriendo la rabia por toda la eternidad en el octavo círculo del Infierno. Su castigo no es la consecuencia de su antinatural lujuria (que la habría llevado al segundo círculo) sino de haber practicado el arte del engaño.
Así, “la voz de mirra” nos retrotrae al mito a través del viento que esparce las semillas con la magia del edén. (p.26)
Musgo en el sol preanuncia una nueva estética en la poesía argentina en tanto que recupera un sentido rítmico plasmado en la interioridad del ser.
Cristina Pizarro
9-4-08

Manuel Ruano
Concertina de los rústicos y los esplendorosos
Fundación Editorial El perro y la rana
Caracas, 2007.

En el Pórtico el autor nos anuncia que los poemas atravesaron su conciencia. Se trata de la Historia de América que se ha metido por todo su cuerpo desde los avatares de la Inquisición sobrevenida después de la Conquista hasta los amores de Simón Bolívar en momentos de la emancipación americana.
Hay una apertura con esa muchacha perniciosa de Quito, “la muy leal”, es Manuela Sáenz la amante del libertador, la generala del general. Se alude también a su maestro Simón Rodríguez.
Con tono lírico de gran exaltación el verso épico nos trasunta el deseo de mostrar la verdadera historia, denunciando las miserias de la humanidad.
En ese ‘mientras’ del sufrimiento, por el dolor de los despojos, en una Poesía concreta se yerguen una galería de poetas que son la simiente de la poesía de Ruano: Eliot, Baudelaire, Darío, Verlaine, Homero, González Tuñón, Asunción Silva, Borges, Vallejo, Trakl, Quevedo, Hafiz. Para este poeta el tiempo poético parece ser el único.
En la segunda parte del libro, el poeta se pregunta por su propia identidad nacida en suelo rioplatense pero vivida en tierras tropicales en donde se consustanció con los demonios de la Santa Inquisición donde perturbaron los autos de fe en las plazas públicas.
En la tercera parte “Yo no era ni Poe, ni Rilke ni Baudelaire”, sigue la devoción lírica por tantas voces de la literatura universal que son un hito en la construcción escrituraria del autor y ahora se van fusionando con otras vertientes intertextuales provenientes del cine de Humphrey Bogart, de la danza de Isadora, bailarina que revolucionó al mundo de su época eligiendo bailar sin zapatillas de punta. La trama poética se liga también a los recuerdos de infancia y de adolescencia, diseñando una imagen insólita. Será el mono Gatica quien lo asombre. Figura teñida de emoción popular enmarcada en una ambiente de pobreza. Ironía que descuella para dar lugar a una Poesía que puede estar en cualquier lugar del mundo, más allá del prestigio del continente europeo, más allá de las lenguas extranjeras.

Cristina Pizarro
Buenos Aires, 16-4-09

Manuel Corral Vide
La tierra en la piel

Buenos Aires: Xunta.ar ediciones, 2007.
Por Cristina Pizarro-Buenos Aires, 5 de abril de 2009.

La tierra en la piel, bello poemario bilingüe de Manuel Corral Vide, se constituye en un daguerrotipo (p.33) para evocar su tierra natal y la morriña (p.36) de la diáspora, ligada a la inmigración.
Un corpus de treinta tres poemas arman esta constelación integrada por una cadena semántica indisoluble: la neblina-la lluvia-el campo de estrellas- los peregrinos- los castros-las gaitas- el lar-el agua-lo fantasmal y lo ardiente.
Deambulan a lo largo del libro el tono erótico (“El fin de la tierra”, p.13, “Deseo”, p.41, entre otros) y el tono elegíaco (“De los barcos”, p.25) con la añoranza que se deja prendida al devenir del río Miño y del mar.
El cuerpo ardiente, encendido, “ese cuerpo atrapado en la noche sin límites”(“Casa sola”, p.21) es testigo de lo que acontece en el pueblo, el ‘sol suicida’ (“Atardecer en Riazor”,p.15)de los atardeceres representan una alusión a la fugacidad de la vida (“Final predicho”, p.42) por la que el cuerpo se entrega con el rojo de la sangre y del vino.
Un rico mundo sensorial ( “Los sentidos”p.29) pleno de colores, estampas del paisaje con pinos, olivares, vacas, ovejas, cerdos, robles y ‘estrellas tibias’, todo eso capturado con morosidad por el cazador de imágenes, quien imprime extrema sensibilidad a esas sombras que se fusionan con densidad semántica.
La tierra se cobija en la piel y en las entrañas de un yo lírico, que se acuna entre las aguas del océano (“Rito”, p.36) y la angustia existencial (“Muerte en combate”, p.46).

Los caminos del agua
Vilma Lilia Osella

Un bello poemario con una estructura tripartita. Oraciones, Homenajes y Relatos se constituyen en una nueva creación que se acerca a la poesía mística cristiana, cultivada por Santa Teresa de Avila y San Juan de la Cruz en lengua española, y San Francisco de Asis en la lengua italiana, entre otros.
Hay un descubrimiento que fluye como el agua que recorre los recovecos de la vida.
Son las aguas bautismales que se celebran con estos versos.
Tal vez la poesía sea, para Vilma Osella, el mensaje de los ángeles y la musicalidad del canto de los pájaros.
Un espacio en el que interjuegan el conocimiento, el espíritu y los placeres van cincelando esa búsqueda de unión.
Continúa la búsqueda y el descubrimiento entretejidos con los “cereales de la infancia”: “Tu Nombre”, “Amor Divino”.
Una visión mística en un paisaje donde están el cerro, el río de leche y miel y las ‘flores perdurables’ como símbolo de la Eternidad.
Es un mundo real de ausencias, soledad, pérdidas. El yo lírico elige el esplendor de la vida eterna junto a Dios. Momento de éxtasis en la fusión, a medida que avanzamos en la lectura de los poemas.
La toma de conciencia por lo semejante, según reza en Filipenses 2,7-9.
En la oración se ruega por la mirada. La poeta reclama la protección de esos ojos dulces, que podrían ser un bálsamo.
Se intenta el acercamiento a través de la pregunta a Dios y el preguntarse por sí misma, por la identidad de su existencia.
Los poemas “Trinidad”, “El Ser”, “María de Jericó” “María” obtuvieron el III Premio de Victoria en 2007.
Podemos leer, como ejemplo de la poética de Vilma , ligada al espíritu cristiano que es eje de este libro que presentamos:
“crecer en humildad
en fe
en semejanza en gratitud.
Crecer con el hermano”. (Del crecimiento, 41.)

En Homenajes y Relatos el lenguaje poético de Vilma Osella busca la certeza, se adentra en lo vivido con emoción.
Los recuerdos deambulan en medio de la naturaleza de flores, pájaros, árboles y los seres queridos. Se utilizan bellas imágenes para descubrir: la familia entera, ya sean los hijos, el marido, los sobrinos, los amigos.
También la soledad se equipara al navegar solitario de un velero enmarcado en los colores de Monet.
Celebro esta poesía de honda madurez que emociona al lector por su autenticidad.

Cristina Pizarro
Buenos Aires, 20 de octubre de 2008.

LAS FRONTERAS POSIBLES DE GRACIELA BUCCI
CAFÉ TORTONI-SÁBADO 5 DE JULIO 2008
CRISTINA PIZARRO

Según las palabras de Berta Bilbao Richter en una de las solapas del libro,”…Graciela Bucci muestra su yo con esas grietas entre la identidad y su experiencia de vida.”
A través de un corpus de poemas que conforman la estructura del libro en tres partes, se intensifican los temas de una vertiente escritural plasmada en sus libros anteriores:
· La búsqueda de la verdad trascendente
· La exaltación de una condición humana con valores éticos
· La condena a la hipocresía
· La incertidumbre en el devenir temporal
Tal vez sean las coordenadas del tiempo y del espacio las que s erigen como ejes fundantes del poemario Las fronteras posibles en donde se inscriben los hechos y recuerdos a partir del triunfo de la memoria.
Entre las repeticiones de palabras, sonidos, versos, fluye el deseo, ese deseo que regresa, hacia la comunión con el otro y el éxtasis de la creación.

LA CLAVE
María Paula Mones Ruiz
Buenos Aires: Editorial Vinciguerra.2008
72 p

La pintura “Una bailarina en la barra y violinista” de Edgar Degas, nos abre la puerta con la clave o llave que permite el acceso a la vida iniciática de la espiritualidad. Son las zapatillas, en primer plano, y el sostén de la barra, unidos a la música de los arrullos y voces, los que irán conformando este universo idílico de una narración que busca la identidad.
Escribir una autobiografía implica actualizar los recuerdos, conjurar la memoria, recuperar los instantes de la infancia, volver a sentir los aromas junto a quienes amamos y también, exorcizar el dolor.
En La clave de María Paula Mones Ruiz, hay un lenguaje heterogéneo y multiforme constituido por el verso y la prosa. También se inscribe lo dramático a través de los diálogos y las escenas que fueron diseñadas desde la más recóndita interioridad.
Las dedicatorias y un preludio de vida y amor constante, nos anuncian la estructura bipartita y un epílogo,de esta nouvelle o nivola, según el término elegido por la autora y que ha tomado de Miguel de Unamuno para destacar el ‘Ser humano’,’ la vida en curso’.
La adolescencia es una etapa de sueños renovados donde se desea proyectar un futuro y es desde allí donde asistimos al punto de partida, que se convertirá en la escritura de hoy.
El humo, como elemento ascensional que une el cielo y la tierra, y el aire como elemento asociado al viento y al aliento y hálito de vida, son los impulsores de esta evasión, en un entorno de magia y ensoñación.
Hay un viaje iniciático que supone la necesidad de un recorrido por distintos territorios para descubrirnos y estar en contacto con los otros a quienes amamos.
Se intuye la maternidad como un presagio augural de la importancia del vínculo amoroso. El hijo es la sangre que irrumpe en el movimiento y devenir de la vida.
Entre la prosa y el verso surge el arrullo y la promesa con la vida.
El ritual del cigarrillo como un ritual de iniciación al mundo adulto que nos hace titubear y nos provoca mareos. Se enciende y se incendia la vida en un sinfín que retorna a su origen.
Las escenas con los niños representan los aspectos lúdicos inherentes al mundo infantil por su espontaneidad. Se aluden a la princesa, al gigante, a la escalera de besitos, a los superhéroes de los dibujos animados.
“Lluvia cálida e ininterrumpida, de frases anotadas en las páginas del tiempo, en la memoria del corazón. Frases crocantes y bajitas…bajando el ayer, elevando el hoy, ¡regando la vida!” (34)
A través de los diálogos se va construyendo el criterio de realidad, ante los temas existenciales y las situaciones límites, que sobrellevamos en nuestra condición humana.
Hay una vida que vuelve en las voces de los hijos que trasuntan otra óptica, por medio de un lenguaje coloquial adolescente, que devuelve la cara oculta, descubierta en lo dialógico.
Para la autora, como para Jorge Luis Borges “la literatura no es otra cosa que un sueño dirigido.”(60)
Cristina Pizarro
Buenos Aires, 28 de octubre de 2008.


Juguito de rimas
Gladys Abilar

“La jirafa Consuelo” inicia este recorrido de juego de palabras a través del ritmo que se asemeja a la copla, con la preponderancia de una musicalidad sonora. Una jirafa coqueta y enamorada nos llevará al jardín de nuestros sueños de infancia.
Estamos ante la presencia de un mundo real constituido por los objetos de la vida cotidiana que se va estructurando en los procesos cognitivos del niño.
Una alusión a lo social se perfila en “La ovejita esquilada”. Se entremezcla el sentimiento del miedo ante el despojo de lo propio pero luego va cediendo su encanto para brindarse a los otros que necesitan de su lana para abrigarse.
Un delfín atrae con sus destrezas plenas de gracias y ternura. Un desfile de frutas y verduras son protagonistas de diversas escenas afines al mundo conocido por los destinatarios.
Una bella historia de amistad aparece en los versos de “La arañita no quería”.
“El gallito Cucufato” nos describe cualidades y acciones en estrofas de cinco versos.
El juego, los disparates de la reina y el rey son el punto de partida para múltiples estampas.
“La granja loca”, “La vaca golosa” evocan el lugar divertido que está presente en la vida infantil.
La milonga del ciempiés despierta curiosidad por lo diferente que habita al personaje.
“Mi diente flojito” nos sitúa en el tema del crecimiento y las expectativas que esto provoca.
“El Rey León” desmitifica esta figura tan temida a través de un perfil distinto que lo ubica en la cotidianeidad.
Gladys Abilar nos muestra el mundo de los deseos en una dimensión idílica y espiritual.
“La hormiguita negra” se convierte en heroína a través de sus peripecias para casarse con el rey.
“La brujita chamuscada” logra transformar el mal en bien por medio de sus conjuros.
“Mi cuarto de ilusión” es el lugar de juegos y ensueños, cobijo del alma, espacio de protección.
“El pulpito y la luna” cierran estas estampas coloridas donde la rima y la musicalidad enaltecen la cosmovisión de la autora, plasmada de aventuras.
Una edición ilustrada y con un CD de regalo acompañan a este atractivo libro de rimas.

Cristina Pizarro
Buenos Aires, 20 de octubre de 2008.







“JUGUITO DE RIMAS”
“Juguito de Rimas” es el título de mi primer libro para chicos. Contiene historias que son narradas en forma de poemas. Dichas historias constituyen verdaderos cuentos por lo cual he dado en llamar “cuentos rimados” y que, al agregarles música se transformaron en algo así como “cuentos cantados”.En este libro ocurren cosas muy locas y divertidas, donde los animales y otros invitados rompen el orden, desobedecen las reglas de su reino y echan a volar su imaginación porque quieren una vida diferente con juegos, disfraces y muchos disparates. Por ejemplo en la granja loca están todos medios chiflados; la pata pone huevos de pascua, la cebra se aburrió de sus rayas y se pinta lunares, el camello quiere asfaltar el desierto, el rey de la selva se vuelve rockero, la vaca toma fanta y coca, el ciempiés tiene callos y uñas encarnadas. La verdulería es casi un carnaval; frutas y verduras se casan, la sandía va al cine a ver Superman, comen pochochos, las peras patinan sobre hielo, los tomates se esconden del cocinero que los quiere guisar, las uvas huyen de la bodega porque no quieren ser vino, etc.Los personajes cobran vida propia, como en los circos, para mostrar su alegría de vivir y su sentido del humor.Juguito de rimas también tiene un cuarto de ilusión con sus paredes, las cortinas y el placar habitados por seres fantásticos. Peces, delfines, y barriletes, un nido con pichoncitos y una luna en gajito te invitan a soñar sueños mágicos.Invité a un dentista para que se hiciera amigos de los chicos. Explica cómo hace su trabajo para que las muelas ya no duelan y cuida las boquitas hasta que sean viejitos.Si hay algo que siempre resulta atractivo y jamás gastado es el mundo animal. De él podemos extraer e inventar las más fascinantes historias con solo observar lo maravillosos que los animales son; la solidaridad, la organización y el respeto que demuestran a través de conductas sorprendentes. El ser humano debería aprender de ellos, pues suelen ser ejemplo en muchas de sus acciones sin contar con algo tan valioso, -que es propiedad del hombre-, como es la razón.Juguito de Rimas encierra historias con magia donde nada está en su lugar y nada acontece en forma normal. Todo, todo, es loco, divertido, y genial.
“Rimando, rimando, aprendemos jugando…”
. . . . . . .

María Chapp
El ojo peregrino
El Mono Armado, Buenos Aires, 2008 ( 80 p.)
El ojo peregrino de María Chapp es un poemario que se instaura en la temática de la identidad, en tanto prevalece un sujeto en proceso, que se pone a prueba, se trasforma, es efímero. La subjetividad se produce en el estallido del significante que recorre lo simbólico para armar su lenguaje poético.
Desde el cuerpo, se manifiestan los ritmos, silencios, reiteraciones, gestos. Hay un regreso a la matriz a través de los sueños. A veces, el sujeto queda desamparado y a la intemperie y se debate entre el dolor y el goce con el sustento de la instalación de un lenguaje polisémico.
Desde unos versos de Rainer María Rilke se enuncia que el poema equivale al Respirar. En una primera parte, es Marzo el que abriga el momento de la purificación y en la segunda, se erige el ojo en constituyente del viaje por la vida y su naturaleza.
Hay una identidad multifácetica que al mismo tiempo que se expande, se disuelve en la luz, que a veces hiere, y en el sueño.(13-14)Esa luz que al irrumpir desde nuestro nacimiento nos enfrenta a la compleja realidad.
Ese mundo onírico, que se construye por medio de un lenguaje poético que recala en imágenes de fantasía sobrenatural y suprarreal, se manifiesta entre lo dicho y lo no dicho.(15) La ausencia de nominación directa alude al objeto con pujanza. Observamos mucha fuerza en la palabra imagen que connota el sentido del ser.
El elemento agua simboliza el fluir, el devenir y también nos retrotrae al territorio materno, espacio íntimo anterior a nuestro yo y que luego en la materialización de un cuerpo buscará con ansiedad la trascendencia del más allá.(17)
Por momentos asistimos a un tono de desasosiego, por otros de denuncia, también de dolor y desesperanza que se cuece en el deseo.
En Árbol (25-26) se traza el recorrido de una pesadilla atroz sobre la cruel matanza.
El desierto es ausencia de la palabra, sin embargo se oye una voz, que quiebra el silencio de la declinación en el ocaso.
La sintaxis se resquebraja ante el dolor y el desampara. Notamos un estilo con quiebres en el lenguaje, como si fueran espasmos “gráficos”, en donde se erige el sentido detrás de la montaña (30)
En el manejo del lenguaje se suceden trasposiciones, “el alma teje”, “el alma –ave escribe”, “el cuerpo tiembla” en donde se testimonia que la escritura nace de la interioridad, en ese ir hacia adentro del yo.
En todo el libro se atraviesa el éxtasis ante la naturaleza , que no es “muerta” sino bellamente vívida, y se destacan alusiones mitológicas y simbólicas que aluden al cielo como lo masculino, la tierra, lo femenino que se entrega para recibir la lluvia-esperma.(42).
En las repeticiones aparece lo cíclico y ritual en ese eterno retorno a lo natural, vislumbrado desde el plano onírico.
Hay un terror ante la nada ante la mirada atenta. En el parpadear se conjugan una serie de antinomias: es ver y no ver, estar y no estar, vivir y no vivir, adentro y afuera, yo y los otros.
Se desea la purificación porque la luz de la vida terrenal se torna en agresión, en “Ojo peregrino”, (53).
El cuerpo está desdoblado, dividido, la escisión se patentiza entre la cabeza y el vientre que se cubre de la templanza del color violeta. (54)
Esta poesía se torna conceptual en algunos versos que definen la alienación a través de las diferentes máscaras del yo que cubre el cuerpo con ropajes.
La identidad narrativa se estructura en las cavilaciones y pregunta del yo lírico que borda el tapiz en el “rostromáscara” que tiene tantos colores como ese “ arco iris eterno” que subyace (62).
“El gran ojo” (74) podría considerarse como un Arte poética de la autora.
En la tapa se reproduce el óleo sobre tela “Luz”, de la misma autora que podría sugerir la vastedad infinita y contradictoria de ese mundo que va descubriendo el ojo peregrino.

Cristina Pizarro
Buenos Aires, 4 de septiembre de 2008.

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